lunes, 9 de mayo de 2016

El salario que no se mide en euros

Olvidad todo lo que sabéis de sumas (metafóricamente hablando claro, no vaya a ser que vayáis a comprar al súper y os tanguen como a un chino). Decía que olvidéis las sumas por que cuando hablamos de salario emocional solo hay dos respuestas posibles:

1. Me compensa (por mi curro MA----TO).
2. NO me compensa (cogiendo pista para despegar…)
Si bien es cierto que hay una tercera hipótesis: “me compensa pero de momento” esto siempre a acabar, tarde o temprano, en la opción 2.

Cuando me dio por bucear en el maravilloso mundo de los millennial leí un artículo que decía: “[Los millennial] ya no sólo miran cuánto van a ganar en el trabajo, sino a qué hora van a salir”.
Pues esto, complicándolo un poco (o un mucho) más, es el salario emocional, el conjunto de inputs o características de nuestro trabajo que hacen que nos queramos quedar o nos queramos ir. Como dije en mis anterior post un millennial valora muchas cosas a la hora de decidirse por un trabajo y la suma del valor que le deis a cada uno de esos factores será vuestro salario emocional.

Pues venga, vamos al lío. Para calcular esto lo primero es hacer una lista, no muy larga, de los elementos que influyen en que queramos irnos o quedarnos en nuestro trabajo. Los que seáis bastante frikis, como yo, incluso podéis asignar a cada elemento un % del total.

Dicha lista podría contener los siguientes elementos:

- La pasta. ¿Gano lo suficiente? Es decir, con los estudios que tengo y con el trabajo que hago ¿mi nómina es ajustada? Que yo sepa en el 2016 las facturas no se pagan solas.

- ¿Consigo conciliar? ¿Mi horario es flexible? ¿Tengo que hacer de calientasillas? ¿Voy del trabajo a casa y de casa al trabajo? ¿Mi hij@ no sabe quien soy cuando llego a casa y hoy le ha llamado mamá a su abuela?

- ¿Me gusta lo que hago? ¿Este trabajo me ayudará a especializarme en lo que quiero?

- ¿Cómo es el ambiente laboral? ¿Salimos por piernas cuando llega el jefe a la máquina del café? Aquí los firkis nivel Premium [como yo] lo podéis dividir en dos, las relaciones con los superiores y las relaciones con el equipo:
     - Mi jefe es como mi papichulo o mi jefe es un c…..brón.
     - Con mis compañeros formamos una pequeña family o “estoy currando en un nido de viboros”           (me encanta el lenguaje no sexista, regalarme un +1 chicas)

- ¿Los valores de la empresa coinciden con los míos?

Yo, dada mi situación personal lo dejaría ahí, pero los que tengáis peques podríais añadir otro elemento más como:

- ¿Dónde está el trabajo? ¿Necesito mucho tiempo de desplazamiento para llegar a casa y/o a la guarde de mi nen@?

Os dejo que acabéis vuestros cálculos mentales, espero que haya muchos aprobados.

De un millennial al mundo, o como mínimo, a quien lo quiera leer.


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