sábado, 30 de abril de 2016

Es tiempo de tener tiempo

Mucho se ha hablado de horarios laborales y conciliación. Desde la fundación más familia a la ARHOE (Asociación para la Racionalización de Horarios en España). Ríos de tinta sobre la materia se han vertido en las infinitas páginas de la red. No es mi intención profundizar en esto, aunque sí que diré que estoy absolutamente de acuerdo con toda medida racionalizadora del tiempo que nos permita progresar en el trabajo sin tener que sacrificar nada de nuestra vida personal (¿algún día entenderán los empresarios más “maduritos” que esto es perfectamente posible?).

Como decía, esta entrada va de cómo los millennials entienden el tiempo de trabajo y, sobre todo, lo que viene después de él.

Gimnasio, cine, pádel, sobrinos, amigos, cursos… Hay cientos de miles de actividades que nos encanta hacer, cada uno con lo suyo. Todo eso nos encanta, que por eso hemos nacido en una época en la que las oportunidades de pasarlo bien nos rodean. Pero si algo creemos es que son cosas para hacer “entresemana” (a no ser que tus músculos estén llegando a cotas cuasi celestiales, entonces la vista el gym durante el “finde” es obligatoria). Esto no quiere decir que no nos guste ir al cine durante el “finde”, lo que quiere decir es que el “finde” es para planes largos, como la escapada a la montaña, la visita a tal ciudad europea, la barbacoa en casa de no sé quién (con timba de póker incluida)…

La “vidilla” que te da levantarte por la mañana y pensar: venga, vamos “pal curro” que por la tarde cuando salga tengo partidito de pádel y, además, ¡hoy hay Champions! Así que al salir del pádel me iré a cenar con los amigos y veremos el partidito. El buen rollo con el que llegas al trabajo vale trillones (buen rollo que contagias a todo el que te rodea). Pero ¿qué pasa cuando te levantas por la mañana y piensas?: puufff ahora “pal curro” y cuando salga serán cerca de las 8, llegaré a casa con el tiempo justo para prepararme el “taper” y mañana más y al otro más y al otro….. voy a tener que dejar todo “pal finde” porque cuando llegue no tendré tiempo ni de ir al súper, además de que llegaré “reventao”. ¿Y qué pasa con los que tienen hijos? Yo no tengo hijos, así que hablo por lo que me han contado mis amigos “padrazos”. Creo que los pensamientos matutinos serían algo como esto: puufff ahora “pal curro” y cuando salga serán cerca de las 8, llegaré a casa y mi nen@ estará prácticamente para dormir. Después de que se haya tirado casi todo el día con los yayos apenas voy a tener media hora para echarme unas risas con el/ella. Además, también tengo que prepararme el “taper” y preparar la mochila de mi peque para mañana, no me dará tiempo ni de ir al súper, voy a tener que dejar la “faena de la casa” para el “finde”, tengo que buscar otro curro, tengo que buscar otro curro, tengo que buscar otro curro, tengo que buscar otro curro …….

Aquí es donde surge el problema, cuando alguien se plantea eso de… tengo que buscar otro curro. El problema surge cuando el millennial que se plantea eso es un trabajador que “se lo curra”, que sabe lo que hace, le gusta lo que le hace y lo hace bien. El problema es que un trabajador 10 se está planteando dejar el trabajo porque nadie ha sido capaz de ver que la gente necesita disponer de tiempo para él y su familia y/o amigos. El problema es que nadie ha sido capaz de entender que los tiempos han cambiado y que el horario que funcionaba antes (el denominado, según los jefes: “horario de toda la vida”) ya no se adapta a lo que queremos las personas. Yo no sé (y creo que en realidad tampoco quiero saberlo) los motivos por los cuales los jefes de antes no tienen prisa por llegar a su casa. No sé si es por dinero, porque se aburren en casa, porque el único sitio donde mantienen su cuota de poder es en la empresa o por lo que sea, pero lo que está claro es que imponer esta forma de vida, tarde o temprano va a acabar de la misma forma: que el “peazo currante” que tenías se acabe yendo porque no tiempo de “na”.

Recordad lo que decía en mi primera entrada, los millennials representan el 30% de la población en edad de trabajar, así que Señor empresario mucho te lo vas a tener que currar para encontrar personas a las que no les importe que su vida se reduzca a “de casa al trabajo y del trabajo a casa”. Por cierto, no lo he dicho pero creo que cae por su propio peso: todo lo de antes está muy bien y es muy bonito pero con estos tiempos que corren (me refiero a la p…. crisis) muchos de nosotros nos lo pensaríamos diez veces antes de cambiar de trabajo y de plantear al jefe un cambio de horario, sobre todos los que ya tenemos nuestro pisito y/o vuestr@ peque.

De un millenial al mundo, o como mínimo, a quien lo quiera leer.

Disfrutad.

2 comentarios:

  1. Querido Amigo, creo que naciste en el país equivocado. Hay países como Alemania o Dinamarca que hace tiempo que tienen instaurado un horario laboral muy similar a tu ideal; y sorpresa, sorpresa... Son bastante más productivos con menor cantidad de horas trabajadas!! (menor cantidad pero mayor efectividad) ¿Por qué trabajando menos horas son más efectivos?
    Y es que el cambio no pasa solo por el empresario (que también) como pareces insinuar. Es necesario e imprescindible un cambio de creencias y valores fuertemente arraigados en la cultura de nuestro país. El cambio reside en una profunda transformación de nuestra cultura laboral, y esto no es nada fácil. Aunque tú y personas como tú me hacen pensar que el cambio, quizá, no esté tan lejos. Ánimo y felicidades por el blog. El cambio empieza por uno mismo.

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    1. Querida Cris. Gracias por tus comentarios, gracias a ellos el escribir un blog cobra más sentido. En primer lugar, estoy totalmente de acuerdo contigo: he nacido en el país equivocado. En cuanto al cambio que mencionas: absolutamente, no sólo es cosa del empresario (aunque si que lo es en gran parte y si me centro en la empresa es por que mi blog es de temática laboral). Hechos como el horario comercial, prime time televisivo, cultura del presentismo etc. etc. son factores clave que entre todos debemos cambiar. A este respecto la Comisión del Senado para la racionalización de horario y la ARHOE tienen muchos y muy interesantes informes.
      Gracias de nuevo por tus aportes. Un abrazo.

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