Motivación… como lo estamos
petando últimamente con esta palabra. Es innegable la importancia de la motivación
en los empleados y todo el mundo es consciente de ello. Difícil es no abrir LinkedIn y encontrar varias entradas que
hablen de motivación, motivation, motivazione, κίνητρο, 动机o en el
idioma en que os desenvolváis mejor.
Hasta donde yo sé de esto (no soy
Premium, pero conozco el ABC
motivador) la motivación se produce de forma intrínseca en el individuo, es
decir, que nos sale del alma, de nuestros fueros más internos. Y esto ocurre
porque ha habido un input externo a
nosotros (incentivo) que nos ha cortocircuitado algo de nuestro ser y nosotros
hemos dicho: me lo voy a currar, estoy motivado en el curro (on fire).
En resumen, tu no me puedes
motivar a mi porque eso es cosa mía; tú me puedes incentivar a mí y yo, si eso,
me motivo solo y lo doy todo.
Claro está, todos nos entendemos
mucho mejor si decimos que nuestra empresa nos motiva que si decimos: mi
empresa me incentiva con cosas para que yo intrínsecamente me motive y
“petarlo” en el curro.
Dicho esto (y volviendo al título
de este post) en uno de los más duros procesos de selección a los que me he
enfrentado (entrega currículum + 1 entrevista = el puesto es tuyo) después del
típico “estas son tus funciones tralari le reportas a esta persona tralara” uno
de los entrevistadores me suelta: bien, David, aquí queremos a gente que tenga
un elevado nivel de motivación.
En ese momento, yo que estaba
estudiando, precisamente, (cosas del destino final) motivación, me quedé un
poco “a cuadros”. Con los nervios de la entrevista y mientras escribía los
whatsapp de rigor al salir: ¡¡¡tío que me han cogido (emoti de carita
sonriente, emoti de carita sonriente, emoti de carita sonriente)!!! me di
cuenta de una cosa que los más avezados en estos lares de motivación ya os
habréis dado cuenta: me acaban de decir que me quieren motivado “pa siempre” y
no me han dicho nada sobre cómo piensan incentivarme ¿se supone que de eso me
tengo que encargar yo? (ojo!!! la motivación que se tiene los primeros días en
un trabajo es única y (casi) nunca vuelve con esa intensidad, pero este
entrevistador no estaba hablando de eso).
En fin, con esto acabo, espero
que os haya gustado la historieta y aquellos que tenéis empleados, por favor,
no caigáis en el error de creer que las personas se motivan solas, es necesario
que la empresa incentive y ponga al alcance elementos de mejora (la zanahoria
que va delante del caballo en las carreras) para que el empleado (todos son
diferentes y todos tienen necesidades diferentes, por eso los incentivos no
pueden ser iguales para todos) llegue a ese estado interno de motivación,
porque sino… ¿Qué posibilidades tiene un trabajador de motivarse solo?
¿levantarse un buen día y decirse a sí mismo: hoy estoy motivado porque a lo
mejor me suben el sueldo, hoy estoy motivado porque a lo mejor me ascienden,
hoy voy motivado porque si se alinea Saturno con la tierra a lo mejor me
encargan ese proyecto que me encanta…?
De un millennial al mundo, o como mínimo, a quien lo quiera leer.
Estaría bien otro post en el que diferenciaras la motivación extrínseca (lo que tú llamas incentivos) de la intrínseca, que es la ideal. Y ya de paso entre motivación positiva y negativa, que también la hay. Me encantaría leerlo. Saludos.
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